La historia del churro, ese delicioso manjar crujiente por fuera y tierno por dentro, es tan rica y variada como su sabor. Aunque su origen exacto es motivo de debate, muchos historiadores coinciden en que los churros fueron introducidos en la Península Ibérica por los pastores nómadas. Estos, necesitando un sustento fácil de preparar y conservar en sus largas travesías, dieron con la receta de esta masa frita. Sin embargo, fue en Madrid donde los churros encontraron su hogar y se convirtieron en un símbolo indiscutible de la cocina local.
